La 5ª Sinfonía en Do menor, Opus 67, estrenada el 22.12.1808, es una de las obras célebres de Beethoven y una de las piezas más populares de la música clásica. También se la conoce como la Sinfonía del Destino. La sinfonía de cuatro movimientos se identifica a menudo con su conciso motivo inicial, con las tres llamativas corcheas en sol, seguidas en la misma dinámica (“fortissimo”) por un mi bemol prolongado.
En la llamada recepción romántica de Beethoven, que se extendió hasta el siglo XX, la Quinta de Beethoven se interpretó como un drama del destino, como una narración musicalmente objetivada de la derrota y el triunfo, de la eterna lucha humana entre el sufrimiento y la redención. Similar a la Novena Sinfonía con su "Himno a la Alegría", según esta interpretación, la Quinta trata una idea fundamental de la cultura europea, que puede resumirse en la frase latina: “per aspera ad astra”, que significa “por el camino áspero, a las estrellas”, o “a través de la noche hacia la luz”, representada musicalemnte en el recorrido de Do menor a Do mayor. Aunque esta interpretación a veces se considera dramática en la época moderna, en cualquier caso puede afirmarse que la Quinta de Beethoven, junto con la Tercera Sinfonía, en cuya tonalidad paralela está escrita, y más aún la Novena Sinfonía, ejercieron una influencia decisiva en la producción sinfónica del siglo XIX.
La 5ª Sinfonía en Do menor, Opus 67, estrenada el 22.12.1808, es una de las obras célebres de Beethoven y una de las piezas más populares de la música clásica. También se la conoce como la Sinfonía del Destino. La sinfonía de cuatro movimientos se identifica a menudo con su conciso motivo inicial, con las tres llamativas corcheas en sol, seguidas en la misma dinámica (“fortissimo”) por un mi bemol prolongado.
En la llamada recepción romántica de Beethoven, que se extendió hasta el siglo XX, la Quinta de Beethoven se interpretó como un drama del destino, como una narración musicalmente objetivada de la derrota y el triunfo, de la eterna lucha humana entre el sufrimiento y la redención. Similar a la Novena Sinfonía con su "Himno a la Alegría", según esta interpretación, la Quinta trata una idea fundamental de la cultura europea, que puede resumirse en la frase latina: “per aspera ad astra”, que significa “por el camino áspero, a las estrellas”, o “a través de la noche hacia la luz”, representada musicalemnte en el recorrido de Do menor a Do mayor. Aunque esta interpretación a veces se considera dramática en la época moderna, en cualquier caso puede afirmarse que la Quinta de Beethoven, junto con la Tercera Sinfonía, en cuya tonalidad paralela está escrita, y más aún la Novena Sinfonía, ejercieron una influencia decisiva en la producción sinfónica del siglo XIX.