Tras la controvertida reelección de Mahmud Ahmadineyad, el 13 de junio de 2009, se produjeron manifestaciones en las principales ciudades iraníes. El gobierno prohibió las manifestaciones, bloqueó los medios de comunicación y los sitios web, y reprimió violentamente los levantamientos. Durante un año, los exiliados iraníes, entre ellos el director de esta película, que ha permanecido en el anonimato, siguieron la “revolución verde” en Internet, desde las manifestaciones callejeras hasta los llamados juicios. A través de las imágenes anónimas de aficionados y las imágenes oficiales del gobierno, aunado a los sentimientos expresados en correos electrónicos y los discursos oficiales, los exiliados intentaron construir, desde la distancia, su propia versión de los acontecimientos.
Esta película cuenta una de esas historias.
Tras la controvertida reelección de Mahmud Ahmadineyad, el 13 de junio de 2009, se produjeron manifestaciones en las principales ciudades iraníes. El gobierno prohibió las manifestaciones, bloqueó los medios de comunicación y los sitios web, y reprimió violentamente los levantamientos. Durante un año, los exiliados iraníes, entre ellos el director de esta película, que ha permanecido en el anonimato, siguieron la “revolución verde” en Internet, desde las manifestaciones callejeras hasta los llamados juicios. A través de las imágenes anónimas de aficionados y las imágenes oficiales del gobierno, aunado a los sentimientos expresados en correos electrónicos y los discursos oficiales, los exiliados intentaron construir, desde la distancia, su propia versión de los acontecimientos.
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